La consellera de Benestar Social, Fernanda Caro, inauguró ayer las
obras reforma de Ca l'Ardiaca, sede de El Refugi, consistente en el
adecentamiento de las salas ya en funcionamiento para la acogida de
indigentes y la remodelación de un viejo edificio que albergará en
el futuro una serie de talleres ocupacionales destinados a personas
en situación de exclusión social y laboral.
Los trabajos se han realizado a partir de una subvención
aportada por el Govern balear de 37.251.859 pesetas, si bien la
dotación presupuestaria para equipar los talleres no está prevista
para este año. Caro aprovechó para anunciar que en unas semanas se
presentará el Plan de Exclusión, que contempla la creación de una
red de centros de acogida y de servicios de atención a los más
desfavorecidos, que en Mallorca llegan a los 10.000, en la que
participarán Govern, consells y los ayuntamientos y entidades que
gestionan estos recursos.
Añadió que «ya se trabaja a nivel técnico en la configuración de
esta red y en función de las necesidades se pondrán en marcha
medidas que serán complementarias a lo que es puramente un centro
de acogida».
No obstante, advirtió que «todavía no hay un compromiso firmado
por parte de las instituciones, pero sí una voluntad de trabajo
conjunto para ofrecer desde una atención inmediata o una acogida
temporal o permanente, hasta servicios o programas ocupacionales o
de inserción laboral o la gestión de la renta mínima de inserción,
etc».
El presidente de El Refugi, Antoni Garau, recordó los orígenes
de esta asociación en el año 1992, «cuando nos repudiaban tanto los
vecinos como las instituciones», hasta llegar al momento presente
en que «podemos decir con orgullo que todos están de nuestro
lado».
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