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El alcalde de Palma, Joan Fageda, anunció esta semana que no volverá a presentarse como candidato al Ajuntament de Palma en las próximas elecciones municipales, que se celebrarán dentro de diez meses. Catalina Cirer, actual delegada del Gobierno en Balears, será la candidata del PP para intentar mantener la Alcaldía en manos populares. Fageda fue el líder de la oposición en Cort entre 1983 y 1991, año en que ganó las elecciones por mayoría absoluta, resultado que volvería a repetir en 1995 y 1999.

"¿Por qué se va?
"La principal razón es de tipo personal. Veinte años dedicados a la vida municipal son muchos. Quiero dedicar más tiempo a mi familia a partir de ahora y compensarla, si aún es posible. Por otra parte, siempre he pensado que el ciudadano no ha de creer que los políticos estamos aferrados a un cargo de forma vitalicia.

"¿Le gustaría ser senador?
"No me lo he planteado. Lo único que quiero es ayudar a conseguir los votos necesarios para que Jaume Matas gane en las próximas elecciones autonómicas. Colaboraré con mi partido en todo aquello que me pidan.

"¿Qué ciudad encontró y qué ciudad dejará?
"Me encontré con una ciudad muy tensa y crispada. Había un sentimiento de ciudadanía muy disgregado. Y creo que dejaré una Palma en la que impera el diálogo y en donde la máxima prioridad del Consistorio es escuchar a los palmesanos. Ahora veo una ciudad con muchos proyectos de futuro.

"La oposición suele acusarle de ser una persona indecisa.
"A menudo se confunde la indecisión con la búsqueda de una gestión en equipo y equilibrada. No siempre resulta fácil encajar los proyectos de los concejales con los deseos de los ciudadanos. Por otra parte, siempre respeto las decisiones de mis colaboradores. No hay un solo concejal que pueda decir «el alcalde me ha obligado a hacer esto». Puede que sea un defecto, pero yo creo mucho en el trabajo en equipo.

"¿Hay tensiones en el actual equipo de gobierno?
"Bueno, ha habido situaciones difíciles, de discusión, pero hay que entender que hemos estado supeditados a una situación de obras demasiado larga, lo que ha supuesto molestias para los comerciantes y los vecinos, y también criterios diferentes a la hora de establecer las prioridades de actuación. Pensemos, por ejemplo, en la aplicación del estudio de movilidad. El teniente de alcalde José Manuel Sierra ha recibido muchas quejas por la peatonalización del centro y otras medidas circulatorias, cuando es evidente que todas ellas son buenas para la mejora de la ciudad. Con todo, la discusión, siempre que sea constructiva, es positiva.

"¿Qué le diría a Catalina Cirer?
"Que siga con el talante que tiene, abierto y dialogante, que continúe por este camino. La gente lo que necesita es ser escuchada con sinceridad, tenemos que atender a las personas con la misma atención con que lo haría su médico de cabecera. La gente agradece mucho actitudes como ésta.

"¿Cómo le gustaría ser recordado?
"Simplemente, como un hombre que sirvió bien a su ciudad, circunstancia que, por otra parte, es la obligación de cualquier responsable municipal.

"¿Cómo es su relación con José María Rodríguez?
"Tengo una gran estimación por el teniente de alcalde de Infraestructures. Desde que fue elegido secretario general del partido en Balears tiene, además, una responsabilidad política añadida. Rodríguez ha tenido que sufrir críticas totalmente injustas por su labor. Le han asignado el papel de hombre «malo», cuando lo cierto es que es una persona que trabaja constantemente por Palma.

"Sebastià Serra, Gabriel Barceló y usted se van. ¿Es el final de una época en Cort?
"Seguramente sí. Por otra parte, los distintos partidos deberían tener más ambición a la hora de elegir candidatos y elaborar las listas municipales, dándose cuenta de la importancia que tiene una ciudad como Palma. Aprecio mucho a Sebastià Serra y a Gabriel Barceló, porque han hecho siempre una oposición constructiva.

"¿Ha sufrido desengaños en todo este tiempo?
"Sí, los he sufrido. Tanto por parte de determinadas personas como de algunos responsables de otras instituciones, al no haber apoyado de forma conjunta proyectos que beneficiaban no sólo a Palma, sino también a Mallorca y a Balears. Determinadas propuestas, claramente positivas para todos, deberían estar al margen de la lucha partidista.

"¿Cuáles son sus mejores recuerdos?
"Todos aquellos que han supuesto el contacto directo con la gente. A veces, con sólo mirar a los ojos de una persona ya era posible intuir qué quería decirte. Un político tiene también algo de psicólogo, médico y abogado. El peligro mayor de un dirigente es encerrarse en el despacho. Por otro lado, determinados viajes, como el realizado a California, a la tierra que evangelizó fray Juníper Serra, fueron también muy emotivos.

"¿Y el peor momento?
"Sin ninguna duda, la muerte de Margalida Femenias, que falleció en accidente de coche en 1991. Había estado conmigo en la oposición durante cuatro años. Murió antes de que pudiera jurar su cargo como concejal en el nuevo equipo de gobierno. Fue muy doloroso y todavía hoy pienso en esa pérdida verdaderamente irreparable.

"¿Qué logros de su gestión le causaron una mayor alegría?
"Sin duda, la Universiada supuso una alegría tremenda y también la puesta en marcha del Parc de les Estacions.

"¿Ya piensa en la jubilación?
"Bueno, todavía quedan diez meses muy duros y seguiré trabajando hasta el último momento por Palma.

"¿Qué proyectos quedan pendientes?
"Concluir la corona de aparcamientos, seguir con el estudio de movilidad, y proseguir con los proyectos de la Façana Marítima y la Falca Verda. De todas formas, en una ciudad siempre hay proyectos en marcha.

"¿Qué tal ha sido tratado por los medios de comunicación?
"En general, puedo decir que he sido una persona afortunada por el trato que he recibido, si bien también es cierto que ha habido algunas excepciones. La crítica siempre resulta positiva, pero ha habido personas que sólo se han dedicado a hacer juicios destructivos y dañinos. Peor para ellas. He preferido no contestar nunca a sus insidias.