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«No recuerdo ningún otro caso de un ministro con dos casos pendientes en el Tribunal Supremo. Eso proviene de sendas presentaciones de querellas. Pero no quiere decir que las querella estén fundadas o infundadas, que no entro, porque es una decisión judicial», afirmó ayer el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Francisco José Hernando, tras ser recibido en audiencia por el president del Govern, Francesc Antich. «Que un ministro, un alcalde o un parlamentario tenga dos, tres, cuatro querellas no quiere decir nada. Otra cosa es que estén fundadas o infundadas. Al Supremo llegan no porque tengan o no tengan fundamento, llegan por la condición del querellado, en este caso, por ser aforado. Eso no tiene nada que ver con el fundamento de la querella o su falta de consistencia», precisó.

El presidente del Supremo, que visitó a Antich en el Consolat de la Mar acompañado por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), Angel Reigosa, no quiso referirse a los casos «Formentera» y «Bitel», en los cuales el PSOE y EU piden que se impute al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, aduciendo que no forma parte de la Sala de lo Penal que debe pronunciarse.

Tampoco valoró el hecho de que el «caso Formentera» haya sido instruido por un juez (Antoni Monserrat) propuesto por el Partido Popular (PP). «No soy quien para prejuzgar una decisión legislativa como esa. Sí quiero decir lo siguiente: el juez, provenga de donde provenga, cuando se constituye en juez se le olvida y debe dejar en la puerta cualquier ideología, cualquier signo que determine una determinada posición política. Si no es así, no ejercería la tutela judicial efectiva en consonancia con lo que dice el artículo 14, que es un trato de igualdad en la ley y en la aplicación de la ley».

Y añadió: «El hecho de que haya sido propuesto por una determinada formación política no implica que esté al servicio de esa formación política. La Constitución ha querido que tengan esa procedencia, y se la respeta. Son ante todo jueces, y los jueces son imparciales, sometidos únicamente al imperio de la ley». También, y en ese contexto, consideró «natural» que las Cámaras tengan la capacidad de proponer a unos magistrados que por sus condiciones tengan conocimiento del Derecho autonómico, «ya que en algunas materias competenciales, es decir, el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad autónoma opera como un tribunal de casación. Eso es lo que se busca en la procedencia de esos jueces», dijo.

Más jueces o una segunda sección de lo Contencioso en el TSJB
El presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, calificó de «institucional» la visita que ayer realizó al jefe del Ejecutivo balear, Francesc Antich. En la entrevista, ambos repasaron toda la problemática de la Justicia en las Islas, un aérea que no está transferida al Govern, aunque el propio Hernando se encargó de recordar de que hay cinco convenios de colaboración entre el Ejecutivo y el Consejo General del Poder Judicial, «que están funcionando perfectamente», precisó. No obstante, dijo que la única disfunción «es el elevado volumen de la carga competencial que tiene la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJB, cuantitativamente no es muy grande, pero sí cualitativamente». Precisó que en Balears la complejidad de las materias urbanísticas y de planeamiento «es muy alta». «Ello requiere reforzar, quizás, mediante un plan de auto refuerzo, con más magistrados, o con la creación de una segunda sección en la Sala de lo Contencioso. Esto es lo que tenemos que meditar para adoptar la decisión más idónea, porque es necesario reforzar esa Sala».