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Último día de regatas en el Club Náutico de Palma. Besos y despedidas hasta la próxima convocatoria. La Copa del Rey de Vela Agua Brava ha dado comienzo a la temporada alta de rostros famosos en Mallorca, un tiempo para cotillear sus vidas en las revistas del corazón o envidiar lo bien que viven los ricos y famosos a borde de espectaculares yates que aún faltan por llegar.

Ayer fue el día en el que la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, dio su último paseo por el Club Náutico de Palma, una vuelta corta tras la visita del sábado, para que no se diga que en Madrid no están interesados por el deporte. En todos los años que llevo haciendo información de pantalán, no recuerdo que el ministro del ramo haya pasado por la prueba. Aznar sí, alguna vez se acercó con Jaume Matas.

Con la suerte ya echada, y las clasificaciones que se podían intuir, el domingo transcurrió tranquilo en cuanto a información social. «Ayer nos hinchamos a hacer temas», comentaba el fotógrafo Manuel Hernández de León, refiréndose al día anterior, con muchas regatas a sus espaldas. Así habla un reportero de los de antes, que se deprime si no hay movimiento por el pantalán. Los miembros de la Familia Real son los personajes más esperados cada día. Siempre ha sido así, pero más ahora que en Marivent hay cinco retoños cuyos gestos son proclives a la anécdota fotográfica. Este año también se pudo ver al duque de Lugo en una de sus escasas salidas. Y a la Reina ejerciendo de abuela, que le encanta, parece.