La cena se celebra con una condición: los platos deben contener fideos.

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Fideos para todos los gustos. Cerca de 800 personas se reunieron la noche del pasado sábado en las calles más céntricas de Búger para disfrutar de una multitudinaria cena, en la que los fideos fueron los protagonistas. El Ajuntament, principal organizador del popular evento, fue el responsable de sacar largas mesas y sillas a las calles más céntricas, que fueron cortadas al tráfico.

Por su parte, fueron los mismos vecinos, organizados en grandes grupos, los encargados de preparar la cena. Una peculiaridad de la fiesta de los fideus es que aunque todos los comensales comen juntos en las calles del centro, no todos comen los mismos platos, ya que cada grupo organizador se encarga de preparar comida solamente para sus miembros o invitados. Además, quienes hacen de cocineros tienen una condición: el plato elaborado debe contener fideos, esencia de la popular Festa dels Fideus a la Fresca.

Frente a la peculiar condición, mientras algunos grupos optaron por los tradicionales fideus amb brou, otros los mezclaron con anguilas y la mayoría de ellos apostó por la clásica fideuà.

A pocos minutos de las diez de la noche, los xeremiers anunciaron con su música que se iniciaba la fiesta, mientras los invitados tomaban asiento y los cocineros ultimaban los detalles de sus platos. Pasadas las diez, se empezaron a servir los primeros platos y la cena se prolongó hasta casi medianoche, cuando un grupo musical amenizó la velada que acabó con baile.