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El verano va llegando a su fin y se empieza a notar la tranquilidad de septiembre. Millones de turistas han disfrutado de sus vacaciones en la Isla, a pesar de que ha sido una temporada atípica. Los cambios metereológicos y la bajada de turismo que ha vivido Mallorca han sido la nota dominante de un verano más calmado que en años anteriores. No sólo los hoteles a medio llenar y las lluvias tan impropias del agosto mallorquín han sorprendido a los visitantes. Entre todos los cambios, la ecotasa ha sido una de las novedades que más controversias ha despertado.

El impuesto obliga a pagar al turista una media de un euro por día, aunque la cifra varía dependiendo del tipo de alojamiento elegido. De esta manera, quienes menos pagan son los que hacen agroturismo, que deben abonar 0'25E. En cambio, en el otro extremo, los más afectados son los veraneantes que se hospedan en hoteles de cinco estrellas y que deben pagar 2E por cada día de su estancia en esta tierra. La polémica en torno a esta nuevo impuesto no se centra tanto en su objetivo, que es salvaguardar el medio ambiente y mejorar los servicios de la zona. El problema estriba, de alguna manera, en la forma elegida para llevar a cabo la financiación de estas medidas.

Quienes más se han pronunciado en contra de esta iniciativa han sido los hoteleros, ya que la han considerado una amenaza contra la llegada de turistas. Por ello, muchos hoteles han preferido pagar a sus clientes la ecotasa o si no, devolverles el dinero en forma de refrescos gratis y regalos. La mayor parte de los turistas consideran que no es mucho dinero, pero independientemente de que lo paguen ellos mismos o su hotel, piensan que no es una buena idea porque Mallorca ya es de por sí un destino vacacional caro.

Sin embargo, la ecotasa no ha sido el factor desencadenente de esta estancada del turismo. Aspectos como la crisis alemana, el turismo prestado, el encarecimiento de los precios con la nueva moneda o el miedo a viajar tras los atentados del 11-S han influido de forma más directa en la elección de Mallorca como lugar de veraneo. Además, paradójicamente muchos turistas no sólo no han pagado la ecotasa, sino que muchos ni siquiera saben lo que es. Su hotel se lo ha pagado o cuando hicieron la reserva en la agencia, el impuesto ya iba incluido.