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El secretario general de la Federación de Hostelería y Turismo de CCOO de Balears, Rafael Borràs, acusó ayer a los hoteleros de Mallorca de intentar cerrar una treintena de establecimientos que tradicionalmente restan abiertos durante la temporada de invierno para «escenificar un apagón hotelero» en las zonas turísticas de la bahía de Palma, por motivos «políticos y partidistas», en contra del Govern balear.

La Federación Hotelera de Mallorca afirma que esta acusación es un «disparate», dado que los empresarios son los máximos interesados en mantener sus hoteles abiertos, «nadie se tiraría piedras contra su propio tejado», afirman. «Los empresarios están actuando a la venezolana mediante una huelga indefinida en contra de las instituciones democráticas de esta tierra, al tiempo que demuestran un nulo compromiso social», afirmó Borràs.

El máximo responsable de CCOO-Turismo citó como ejemplo el caso del hotel Sol Guadalupe en Magalluf, «que cerrará tras 29 años; tres establecimientos de RIU, otro de Piñero y un Grupotel, todos ellos en Platja de Palma». Según CCOO, los cadenas hoteleras mantendrán abiertos el mínimo número posible de establecimientos «con ocupaciones del 105 por cien, cuando podrían mantener operativos el mismo número de hoteles de otros años con ocupaciones del 40 o 50 por ciento», afirman.

En todo caso, Borràs dijo que CCOO se dirigirá a la autoridad laboral «para que no acepte ningún expediente de regulación de empleo que no haya sido pactado con el comité de empresa». CCOO también pedirá a la inspección de trabajo que «sancione de forma ejemplar los traslados del personal indefinido y solicitar más negociaciones con las federaciones de hoteleros».