Blanca Valencia, miembro de la ONG colombiana Sembrar y acogida por
Amnistía Internacional, por el hecho de que está amenazada de
muerte, denunció ayer en Palma la situación que viven los
defensores de los derechos humanos en su país y las más de cien
muertes de sindicalistas que ha habido este año, de las cuales
responsabiliza a los paramilitares y el Gobierno. Valencia,
invitada por Pau i Solidaritat de Comisiones Obreras y por la
Conselleria de Benestar Social del Govern, ofreció ayer una
conferencia sobre «Planteamientos socio-político-militares del
gobierno de Àlvaro Uribe para Colombia».
Según la defensora de los Derechos Humanos «el nuevo gobierno
-que hace dos meses que ha tomado las riendas del país- ha
declarado la guerra al pueblo, porque las víctimas de sus acciones
son los movimientos sociales, las mujeres y los campesinos».
Además, Valencia denunció que «hay una estrategia contrainsurgente
diseñada desde los Estados Unidos que se traduce en el
paramilitarismo y en acciones encubiertas contra la sociedad
civil».
A causa de esta situación, la miembro de Sembrar asegura que
«hay tres millones de desplazados internos, en su mayoría
campesinos, y sobre todo, mujeres, ya que los paramilitares
asesinan a los hombres porque creen que así sus mujeres no tendrán
más remedio que dedicarse sólo a la subsistencia de los hijos».
Otras causas del conflicto son, según Valencia, «un paro oficial
del 23% y uno real del 70%, reflejo de los intereses de las
multinacionales en las empresas públicas».
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