La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, ha decidido no
presentar el proyecto de ley de residuos al Consell de Govern dada
la oposición de los partidos del Pacte al texto. La propia
consellera confirmó que la ley quedará aparcada a la vista de que
no ha sido posible llegar a un acuerdo con respecto a la
incineración.
El proyecto de ley dejaba abierta la posibilidad de ampliar la
planta incineradora con nuevos hornos, pero tan sólo en
circunstancias muy especiales. En realidad, el texto de la ley
apostaba en primera instancia por la reducción en origen de los
residuos con medidas tan avanzadas como la penalización por la
entrega de las bolsas de plástico en comercios y grandes
superficies.
El proyecto de ley ponía grandes dificultades a los envases no
retornables con el fin de reducir la producción de residuos. La ley
estatal de residuos incorpora la obligación de que todos los
envases de productos, ya sean los botes de detergente como las
latas de cerveza, paguen un canon que se destinará después a
conseguir su eliminación. Sin embargo, muchos envases industriales
quedan exentos de esta obligación, por lo que la ley balear
obligaba a elegir: o bien pagar el canon o bien fijar un sistema de
retorno del envase para garantizar su posterior reciclaje y
reutilización.
La Conselleria de Medi Ambient incluso estudió la posibilidad de
prohibir directamente la utilización de determinados envases, pero
estos intentos chocaron con la legislación europea ya que por
encima de esta prohibición está la libre circulación de mercancías
por la UE. Dinamarca prohibió la comercialización de latas de
cerveza para tratar de mantener el botellín, pero los tribunales
anularon esta disposición.
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