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C.AGUSTIN.
Con el lema «Detengamos el negocio de la guerra» la plataforma por la democracia y la globalización social concentró ayer, en la plaza del Olivar, cerca de 200 personas para protestar por la ofensiva militar que lleva a cabo EE\132UU contra el pueblo de Irak. La concentración duró una media hora y, al final de la misma, se leyó un manifiesto en el que se afirmó: «Las calles de Basora, Samarra y Bagdad están llenas de cadáveres que comercian \132, pasean y juegan a fútbol».

Todos los asistentes coincidieron en resaltar que la campaña militar va contra los intereses de Europa. Miquel Rosselló, conseller de Treball declaró: «Estoy aquí porque creo que la guerra contra Irak no tiene justificación, es una obsesión inaceptable que sólo perjudica al pueblo irakí. Los ciudadanos de este país no tienen la culpa de tener un líder como Sadam, por lo tanto, no es al pueblo al que hay que bombardear». Miquel Rosselló añadió que esta guerra atenta contra los intereses de Europa «el sector turístico sufrirá de manera especial las consecuencias de la guerra».

Entre las personas que se concentraron ayer se encontraba Margalida Rosselló, consellera de Medi Ambient, el senador por Balears Manuel Cámara; Jordi López, regidor de Els Verds; Rafel Pons, secretario general del sindicato USO; y el candidato a la alcaldía de Palma por Izquierda Unida, Eberhard Grosske, quien afirmó: «Esta protesta es la respuesta de los ciudadanos ante la manipulación de la que es objeto la opinión pública por parte de unas cuantas compañías petroleras. Hay temas mucho más importantes que este, que no es más que un montaje para que los países implicados en la guerra se repartan el botín del petróleo».