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Las personas conscientes de su responsabilidad no comen nada que tenga ojos». Una contundente declaración de principios tras la que se esconde toda una filosofía. Es el lema utilizado por la asociación Vida Universal, un colectivo de alemanes cristianos que se entregan a la lucha por la protección de los animales desde la rotunda negativa a la ingesta de carne. La suya es una de las propuestas que hasta hoy se pueden encontrar en el marco de la I Feria Ecológica, que se celebra desde el pasado jueves en el recinto ferial de Fires i Congressos de Balears, en el polígono de Llevant de Palma. El estand de Vida Universal se encuentra ubicado en un espacio muy especial de Ecológica, denominado La Vila: un barrio de vecinos que destacan por su activismo en diferentes ámbitos. Allí se encuentra, también, la Asociación COR, que insiste en convencernos de que vivir sin la mano aferrada a la cartera es posible. Su alternativa: un sistema de intercambio de bienes y favores, por el cual cada persona ofrece cuanto sabe hacer a cambio de conseguir lo que los demás tienen o saben: en otras palabras, el fontanero nos arregla las tuberías, a cambio de que le demos algunas hortalizas de nuestro huerto o le instalemos los programas del ordenador. Un sistema infalible en el que el euro no tiene lugar.

Junto con estas propuestas, La Vila está habitada por el Centro Canino, que presenta sus programas de adopción de perros y gatos, a la espera de poder sobreponerse del obligado cambio de domicilio, tras haber sido expropiado el terreno donde estaban instalado desde hace treinta años. Más vecinos: la Fundació Voltor Negre, con su labor incansable por la protección de nuestra rapaz endémica, castigada por los venenos que no dejan de utilizarse; la Guia Mallorca SOStenible, que presenta en el marco de la feria la versión en CD-Rom de su llamamiento a la sostenibilidad, desde un amplio abanico de recursos existentes en Balears; el GOB; S'Altra Senalla; la publicación The Ecologist;...

La ruta por La Vila, como por el resto de los estands instalados en la feria, enseña a los visitantes que existe otra forma de hacer, de vivir, de consumir, de disfrutar del ocio, de pensar mucho más respetuosa con los intereses del medio ambiente y los humanos, que en el fondo son los mismos. Y que está al alcance de nuestra mano. Y que se manifiesta, contra prejuicios y concepciones superficiales, más allá de la recogida selectiva de la basura. En propuestas como la cocina solar, que tuvo ayer por la mañana la oportunidad estelar de atraer todas las miradas y suscitar los suspiros de amas de casa. Económica, completamente plegable y accesible, por tanto, a todos los hogares, permite realizar gracias al sistema de cocción todo tipo de platos, sin más coste que el de los propios alimentos: la energía, es un regalo del cielo. Otra iniciativa interesante en el marco de Ecológica es el aprovechamiento de la moqueta que recubre el suelo del recinto: se ocupa de ello Fundació Deixalles, a través de la venta de trozos de 5 metros cuadrados por el precio simbólico de 2 euros, que pueden servir para diversos usos.

D.J.N.