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La rotura de una tubería de agua potable en la calle Penyíscola y la mezcla de ésta con la suciedad del torrente de la zona provocaron ayer un considerable vertido en la playa de Cala Major, donde el agua de baño adquirió un desagradable color marrón que hizo desistir a muchos bañistas de introducirse en el mar. La rotura se produjo a primera hora de la tarde y fue consecuencia de unas obras que, como en otras ocasiones, agujerearon una tubería de agua potable. Las obras corresponden al Institut Balear de l'Aigua i l'Energia (Ibaen), dependiente de la Conselleria de Medi Ambient, y consistían en la limpieza de vegetación para instalar una nueva conducción con la arteria de agua que llega hasta el municipio de Calvià.

Esta conducción, de medio metro de diámetro, fue objeto de una rotura y empezó a perder agua de manera abundante, a borbotones, y provocó un vertido que llegó al torrente cercano. En este torrente se almacena aguas residuales y suciedad, por lo que la mezcla con el agua potable procedente de la tubería rota continuó por el cauce natural hasta llegar a la playa, donde los bañistas asistieron atónitos al vertido, dando al agua más cercana a la orilla un denso color marrón que no invitaba precisamente al baño. Una brigada municipal de EMAYA reparó la tubería rota a media tarde, pero hasta entonces se había perdido un volumen considerable de agua desde la calle Penyíscola hasta la playa de Cala Major, recorriendo una larga distancia.

La presidenta de la empresa municipal, Maria Crespo, quiso tranquilizar a vecinos y bañistas, recordando que el vertido es de agua potable, aunque reconoció que la mezcla de ésta con la suciedad del torrente y de su desembocadura creó un desagradable líquido de color marrón cuando llegó a la playa. Crespo destacó la rapidez en la intervención de los trabajadores de EMAYA, que en poco más de dos horas habían reparado la avería. Vecinos y bañistas comentaron el llamativo hecho a lo largo de toda la tarde, aunque es de esperar que la playa presente hoy mismo su aspecto normal sin presentar ningún problema higiénico o sanitario para los usuarios.