Jaume Matas, Maria Antónia Munar y Rodrigo Rato, poco antes de la reunión que mantuvieron ayer en Madrid.

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IVÀN TERRASA-MADRID
Ya es oficial: Balears quedará conectada en un futuro próximo con la Península a través de un cable eléctrico y un gasoducto. El cable eléctrico unirá Tarragona con Mallorca, mientras que el gasoducto saldrá de Dènia hasta un punto de las Islas todavía por concretar. Antes de que esto ocurra, Mallorca y Eivissa quedarán a su vez interconectadas por otro cable eléctrico, completando así la total conexión interinsular (ya hay cables Mallorca-Menorca y Eivissa-Formentera).

El acuerdo fue suscrito ayer en Madrid por el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, y el president del Govern balear, Jaume Matas. A esta reunión, que Matas calificó de «histórica», asistieron además la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, y el conseller d'Energia, Josep Juan Cardona. El coste de las obras oscilará entre 500 y 600 millones de euros, sufragados en parte por fondos europeos. Rato abogó por dar a estas infraestructuras el mayor impulso administrativo para que sean una realidad cuanto antes, «si bien son infraestructuras que no sólo requieren de un alto nivel de estudio y de inversión, sino también de permisos medioambientales». En cualquier caso, la solución, a priori, de los problemas eléctricos que acucian a las Islas será un hecho antes de 2011.

Al quedar conectada a todo el sistema eléctrico nacional, Balears «tendrá una diversificación de fuentes y una mayor competencia», aseguró Rato, «además de una mayor seguridad ante cualquier eventualidad». En cuanto al gasoducto, «permitirá la utilización de gas en centrales de ciclo combinado y que entren en competencia».