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La remozada pescadería del Mercat de l'Olivar abrió ayer sus puertas con una buena afluencia de público, con rostros llenos de satisfacción, tras varios meses en que los puestos han estado ubicados en la carpa exterior acondicionada mientras han durado las obras de reforma. Puede afirmarse que abrieron el 90 por cien de los puestos de la pescadería, aunque algunos pescaderos y pescaderas hubiesen preferido abrir dentro de unos días, sin tantas prisas y con un poco más de calma.

La inauguración oficial de todo el mercado no tendrá lugar hasta el próximo mes de octubre, ya que todavía tienen que terminarse las obras en el sótano y en la zona de carga y descarga. Por lo que respecta a la carpa, será desmontada ya en breve. Cabe recordar que las obras en el mercado empezaron en julio del pasado año. La primera fase de la reforma del mercado finalizó el pasado 3 de marzo, cuando los puestos de carne, frutas y verduras, que se encontraban en la carpa exterior, pasaron definitivamente al interior del edificio, en concreto, todos en la planta baja del mercado.

Los clientes compraron como si se tratase de un día más, buscando el mejor pescado al mejor precio. Por su parte, Bartomeu Torrens, presidente de los pescaderos del mercado, indicó que la situación no estará completamente normalizada hasta dentro de dos o tres semanas, cuando los pequeños detalles que ahora no han podido estar a punto, relativos a la iluminación o al acabado de los puestos, estén ya al 100 por cien concluidos. Torrens señaló que comprar un puesto nuevo puede costar alrededor de 12.000 euros y, de hecho, ayer había algunos todavía sin propietario.