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El president del Govern, Jaume Matas, habló ayer muy claro. Matas inauguró ayer en el Parlament el debate sobre el estado de la Comunitat y no tuvo ningún complejo a la hora de reivindicar y defender los ideales de un partido, el PP, que ganó las últimas elecciones por mayoría absoluta. Para empezar, Matas criticó la oportunidad de un debate que se celebra cuando el Govern no lleva aún 100 días en el poder.

Por lo demás, el president del Ejecutivo insistió en que la sociedad de Balears estaba sumida en un estado de depresión por culpa de la gestión del Pacte. Con un discurso muy ideológico, Matas esbozó las líneas maestras de su gobierno de una manera muy clara y aprovechó su intervención para criticar la gestión del Ejecutivo anterior. Fue, en definitiva, una repetición del debate de investidura, pero habría que hacer algunas consideraciones.

En primer lugar, no parece justo ni razonable dar la culpa de todos los males de la sociedad balear al anterior Govern. El gabinete de Antich tomó decisiones equivocadas, por supuesto, pero no pueden atribuirse a cuatro años de gestión todos los males de Balears. También habría que analizar en profundidad si existía tanta depresión en la sociedad balear. No hay ningún método para medir el estado de depresión de una sociedad, pero sí es evidente que el horizonte económico no estaba muy despejado, especialmente en materia turística.

Matas también criticó la falta de decisiones del anterior Govern en materia de carreteras, pero no habría que olvidar que el PP tampoco supo dar soluciones, por ejemplo, a la problemática carretera de Manacor. Y ésta es la diferencia: Matas se siente ahora muy legitimado para sacar adelante los proyectos que consiguieron el respaldo social el 25-M. Hoy le toca responder a la oposición.