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R. GALLEGO
La Empresa Funeraria Municipal (EFM) aplicará a partir del año que viene un incremento medio del 14 por ciento en las tarifas de los servicios más utilizados por los ciudadanos.

Dar sepultura a un familiar en el cementerio de Palma puede llegar a costar, sin incluir ningún tipo de lujo, más de 1.000 euros, entre la preparación del cadáver, el traslado y el entierro.

El consejo de administración de la Empresa Funeraria Municipal ha apostado por continuar la política de precios que ya llevó a término al inicio de 2003. Los mayores incrementos se dan en los nombrados servicios judiciales, es decir, en aquéllos que comprenden la recogida del cadáver ordenada por el juez y el posterior traslado al Instituto Anatómico Forense. En este caso la diferencia llega al 42 por ciento respecto del año pasado.

De otro lado, los servicios más convencionales, aquéllos que incluyen la atención a la familia por parte de un agente de la empresa en todos los trámites necesarios, la recogida del difunto, su preparación y el traslado al depósito del cementerio experimentan una subida que supera el 10 por ciento en todos los casos.