A las 17.14 horas de ayer, eSnooty Fox de Sinto Bestard se hizo a
la mar con destino al fin del mundo. O si lo prefieren a la
Antártida. Un viaje de nueve meses de duración, que entre ida y
vuelta supondrá recorrer 18.000 millas marinas, algunas de ellas
por aguas de la Antártida, sin duda el gran reto de cualquier
marino que se precie. De ahí que para Bestard, «este sea el viaje
de mayor riesgo de cuantos he hecho, ya que el Antártico no es un
océano tranquilo, ni tampoco regular en cuanto a climatología. De
pronto no pasa nada, de pronto se monta un pollo, como solemos
decir nosotros. Por eso hay que ir con mucho cuidado, sobre todo de
caerse al agua, pues como está muy fría, unos pocos minutos en ella
son suficientes para perder la vida».
De los cinco tripulantes que eligió para esta aventura el
armador, a quienes califica de «grupo de amigos, a los que nos
interesa navegar y culminar la hazaña que iniciamos hoy», y que son
Rafael Bestard, Xurxo Gómez, Jesús Renedo, Sonia Moragues y Eduardo
Moreno, partieron ayer sólo los tres últimos. Rafael y Xurxo se
unirán a la expedición en Ushuaia (sur de Argentina), que será
cuando comience lo peor del viaje, sin menoscabar cuanto haya
acontecido hasta ahí, que es tanto como navegar casi 7.000 millas.
En su lugar subieron a bordo Àngels y Pepe; en Mar del Plata
(Argentina) Xurxo sustituirá a José, que a su vez habrá sustituido
a Pepe en Canarias, y en Ushuaia Angels será sustituida por Rafael.
Siempre seis a bordo, que según Bestard «son los ideales para
navegar».
Ayer, poco antes de partir, la tripulación recibió el apoyo de
numerosos amigos que se acercaron al muelle del Club Náutico de
Palma para desearles suerte y despedirse de ellos. «Això està fet»,
le decía uno a Sinto, quien sonreía y asentía. «Saluda a tu mujer»,
le decía ahora Sinto a su hermano tras abrazarse a él. Cuando
alguien le preguntó si era supersticioso, «pues en martes ni te
cases ni te embarques», el patrón deSnooty Fox contestó que no lo
era, «y sólo me embarco». Por la mañana, en una rueda de prensa,
Sinto había recordado que el presupuesto de este viaje es de unos
40.000.000 de las antiguas pesetas, «de los cuales, y hasta ahora,
el 95 por ciento del mismo ha sido financiado por mí ya que estaba
convencido de que habría más esponsors, entre ellos el Govern
Balear, que a lo mejor no ha colaborado por lo precipitado que ha
sido este viaje, y la ONCE, que parece que se ha desentendido mucho
de este tema, lo cual es raro, pues tienen dinero para muchas cosas
aunque por lo que parece no para un afiliado, además aficionado al
mar. Y eso que este evento ha sido divulgado a nivel nacional a
través de radio, periódicos y televisiones pero... Bueno, se ve que
además de ciegos son sordos. ¡Qué le vamos a hacer!». Sinto, a
continuación, menciona los colaboradores que ha tenido, entre ellos
el Grupo Serra y el Consell de Mallorca. Gran parte de ese
presupuesto se lo ha llevado el cambio del motor «a fin de tener
una mayor seguridad», el generador, las brizas, las cuerdas, etc.
«Porque ja que hi som, vamos a cambiar lo que sea necesario para ir
más tranquilos».
Poco después de las seis de la tarde, con cielo encapotado,
eSnooty Fox, tras repostar combustible en la gasolinera, abandonó
el puerto con rumbo a la Antártida, donde espera llegar a finales
de diciembre. Quienes deseen seguir esta aventura, que marca un
hito en la navegación balear, pueden hacerlo a través de
www.ikarus.ws/antartida. Sonia nos prometió que en ella a diario
colgarían la ruta.
Pedro Prieto
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