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Unos 16.000 kilómetros en bicicleta, con tres platos y seis piñones, para promover la conservación de las salinas. Unas 90 explotaciones a visitar en 14 países que bordean el Mediterráneo. El protagonista de esta singular aventura es el francés Gilles Dessome, de 28 años de edad. Ayer estuvo en es Trenc-Salobrar de Campos, acompañado por los ecologistas del GOB Miquel Àngel March y Antoni Muñoz. Gilles habló, en las proximidades de las montañas blancas de sal, de su original proyecto de ruta, iniciada en Guérande el pasado 13 de septiembre y de la que ya lleva recorridos aproximadamente 3.500 kilómetros. Los miembros del GOB respaldaron la iniciativa a su paso por Mallorca y aprovecharon para reclamar protección para es Salobrar y su entorno.

El joven francés, con estudios de biología, tiene previsto completar la experiencia en agosto de 2004. Cuenta con el apoyo de múltiples gobiernos locales y entidades de conservación, como por ejemplo MedWet. En total, Gilles recogerá información de unas 100.000 hectáreas de salinas, documentando el estado de las zonas húmedas. Mediante la elaboración de material didáctico, escolares de diferentes centros adquirirán conocimientos acerca de estas tradicionales explotaciones. Según Gilles, muchas de estas actividades tienen serias dificultades económicas para sobrevivir. La competencia con el producto procedente de Àfrica, Australia y México, principalmente, es muy dura. En este sentido, detallaron que la salinera de Campos también pasa por algunos de estos problemas, además de la complejidad provocada por las concesiones de Costas y de los propietarios. Gente mayor de la localidad de Migjorn recuerda que, antaño, a es Salobrar acudían personas procedentes de toda la Isla y había «más vida». Paralelamente al declive del sector agrícola, la salinera ha tenido altibajos y ayer mismo el silencio reinaba en el ambiente, si bien en el esplendor del verano miles de personas captan con sus cámaras el enclave natural, antesala del emblemático arenal de es Trenc. Gilles, Muñoz y March coincidieron en destacar la importancia de que se mantengan los trabajos de las salineras para la buena preservación del medio y las especies que allí habitan.

T.Obrador