La 'popular' María Salom va a toda pastilla hacia el Congreso. Foto: JULIÁN AGUIRRE

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En la recta final de la campaña nos llevamos a los candidatos al Congreso a la feria del Ram. Y... pues helos ahí.
Al principio les sorprendió nuestra propuesta. ¿Al Ram? «Pues sí, al Ram; porque aparte de que el Ram está de moda, queremos que os olvidéis de la campaña y os despéjeis un rato». Y al Ram se fueron, pese a la lluvia. No coincidieron los cuatro, pues sus ocupaciones se lo impidieron, pero los cuatro, a lo largo del día, se pasaron por allí. Les dimos a elegir entre varias atracciones. Todos se decantaron por el tiovivo, tres -Lliteres, Ramon y Salom-, por los cochecitos de choque, y una -Nanda-, por el látigo.

«El látigo, junto con el barco vikingo y los coches de choque, son las atracciones que más me gustan». Y si eligió sentarse en el coche número 2, fue porque «me gustaría que fuéramos dos de la coalición los que nos fuéramos a Madrid». Por otra parte, los cuatro coincidieron en que durante la campaña no han tenido el tiempo que ellos hubieran querido para disfrutarlo con la famiia y los amigos. Y es que el cargo en Madrid, al que todos han sido llamados pero no todos resultarán elegidos, ha de pagar ese peaje. Fernanda Ramon, a quien le encanta el ocio al aire libre, y que fue la primera en llegar al recinto, confesó que sale de casa a las ocho y según qué noches llega a la una. «¿Ya me dirás qué tiempo libre tengo para mí?». Fernanda se montó, entre otras atracciones, en un pequeño Rolls, tan pequeño que no sabemos cómo se las ingenió para poder entrar en él. Pero entró, como pueden ver.

Josep Lliteres, el representante de UM, que está dando de sí mucho más de lo que se esperaba de él, tampoco ha podido disponer de mucho tiempo para él y los suyos. «El sábado, de madrugada, me quedé a ver una película de suspense, y el domingo, el segundo tiempo del Barça-Mallorca. ¿Mallorquinista...? Me gusta tanto el fútbol que no soy de nadie. Lo demás se lo ha llevado la campaña». Lliteres se subió a los coches de choque y a los caballitos del tiovivo. A María Salom, de la feria le encantan, por encima de las demás atracciones, los cochecitos de choque -no es fácichocarla, ya que se escapa de sus perseguidores con gran habilidad, y si no, que se lo pregunten a Xisco, su chófer de campaña-.

Pedro Prieto