TW
0

«La Pasión de Cristo» a debate. Por iniciativa expresa de Ultima Hora, numerosos representantes de los distintos credos religiosos de Mallorca, intelectuales, gente del teatro, periodistas y analistas de nuestra sociedad se citaron en los multicines Metropolitan de Palma para ver la película de Mel Gibson sobre el tormento de Jesús. El film ha causado la polémica en el mundo entero por su hiperrealismo (una parte del metraje es muy violenta y con escenas explícitas de torturas) y por varios acusaciones de antisemitismo. El padre del propio Gibson encendió la mecha de la polémica diciendo que se había «exagerado» el Holocausto. El «éxtasis» religioso colectivo se ha desatado con el film. Decenas de líderes religiosos han anunciado en América la inclusión de pasajes del film en sus sermones de Semana Santa. Hasta un par de perturbados han confesado crímenes ocultos después de transformarse frente a la pantalla.

La película ha generado más de 260 millones de euros sólo en Norteamérica y ha lanzado a su director al olimpo de los realizadores mejor pagados. La polémica se avivó con la muerte de varias personas visionando el film (por ataque cardíaco) y la «supervisión» de la película por parte de Juan Pablo II. Con estos precedentes. ¿Cómo está reaccionando el público mallorquín frente a esta recreación religiosa?. A tenor de los invitados por este rotativo, el film debe verse desde la óptica del respeto a todas las creencias, sin que ello comporte la magnificación o culpabilización de alguna religión en particular. El ambiente era de mucha expectación. A la salida del cine, el vicario general Andreu Genovart charlaba animadamente con Jacqueline Tobias, presidenta del Instituto de Relaciones Culturales Baleares-Israel. Justo enmedio, el vicario episcopal Bartomeu Tauler hablaba con vivo interés. «Judíos y cristianos debemos estar unidos, y de hecho en Mallorca lo estamos. Precisamente, cuando el Papa se reunió en Asís con representantes de los otros credos religiosos, nosotros también realizamos una plegraria conjunta. Por la paz y la comprensión», coincidían. No muy lejos, el musulmán Khalil Mzouri comentaba la cantidad de hemoglobina que desprendían las imágenes y su claro aroma a Hollywood.

La secretaria de la Sinagoga de Palma, Lynn Deumen, estaba un poco más consternada. Hablaba con el rabino de la comunidad judía, Shaul Friberg. Ambos coincidían que la película está enfocada desde la historiagrafía cristiana. «Es una óptica, una visión. Lo que no significa que sea la verdadera o la única», puntualizaban. El director de Ultima Hora, Pere Comas, cambiaba impresiones con todos los allí presentes, visiblemente impactados por las imágenes. Àngel Colomer, el actor que encarna a Jesucristo en el «Vía Crucis» -que cada año dirige excelentemente Bernat Pujol por Semana Santa- no salía de su asombro. De hecho, ostentaba un aspecto muy parecido al de Jim Caviezel, intérprete principal del film. Una de las principales características de la película, aparte de sus borbotones de sangre, es que está rodada integramente en arameo y latín. Este interés extra también despertó vivamente la curiosidad de filólogos como Pep Campillo, también muy atento a la proyección.