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Algo se está moviendo en los asuntos económicos. Durante el primer trimestre de este año se han creado más de mil empresas en Balears, lo que supone un suculento aumento con respecto al año pasado. El dato del paro del mes de marzo también confirma una tímida recuperación en relación al mismo mes de 2003. Todo ello nos lleva a pensar que el estancamiento de la economía del Archipiélago que hemos vivido durante los últimos meses puede estar tocando a su fin.

De hecho, el más reciente informe de Gadeso revela que los consumidores de las Islas han recuperado la confianza en la situación económica y esperan que ésta mejore, tanto a nivel familiar como general.

Quizá se estén produciendo ya los primeros síntomas de esa esperada mejoría, especialmente por la entrada de la Semana Santa, con la consiguiente puesta en marcha del negocio turístico.

Pero no debemos lanzar las campanas al vuelo, porque la situación todavía es delicada y muy vulnerable, de forma especial en el ramo de la construcción. Más de la mitad de los habitantes de las Islas se muestran incapaces de ahorrar o lo hacen de forma insignificante. Las dificultades para acceder a una vivienda -en propiedad o en alquiler- se están haciendo cada vez más perceptibles y las estadísticas de desempleo son aún preocupantes. Más del ocho por ciento de la población está en paro, cuando hace pocos años hablábamos de un cinco por ciento; 34.000 personas se encuentran en esta situación en las Islas, y hoy en día el desempleo aumenta en el segmento de menores de 25 años, lo que encona todavía más el problema de la vivienda. Y todo ello en una situación de llegada constante de nuevos habitantes.