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Balears registrará este año una temporada turística con un incremento medio de la ocupación hotelera de entre cinco y siete por ciento respecto a la del pasado año y con unos niveles de rentabilidad nétamente superiores, todo ello como consecuencia de la recuperación del mercado alemán, el mantenimiento del turismo británico y la evolución positiva del número de visitantes españoles, italianos, franceses, del Benelux y escandinavos, según confirman las patronales hoteleras de Mallorca, Menorca, Eivissa-Formentera y los grupos turísticos Thomas Cook y TUI AG.

Las previsiones para este inicio de temporada, tras una Semana Santa que no ha cubierto las expectativas que generó en un principio y el bajón de estos últimos quince días, son un tanto dispares. El único aspecto positivo, según las patronales hoteleras de las Islas, «es que la apertura de los hoteles se ha adelantado entre quince y veinte días respecto al pasado año, de ahí que la mayor parte de la planta de alojamiento turístico de las Islas estará abierta, circunstancia que no sucedió el pasado año, en que una gran parte de hoteles de Mallorca no abrieron sus puertas hasta mediados de junio por la caída del mercado alemán». Desde la Asociación Hotelera de la Platja de Palma puntualizan que lo que es la Platja de Palma, «estará con unos niveles de ocupación buenos, pero en S'Arenal y Can Pastilla no sucede lo mismo. Esto justifica el hecho de que haya hoteles que pese a que han abierto sus puertas, sus propietarios han optado ahora por cerrarlos por baja ocupación, como así ha sucedido con el Bahía de Palma y el hotel Reina Isabel, que no volverán a estar operativos hasta mediados y finales de mayo, respectivamente», indica su presidente Jordi Cabrer.

La Federación Hotelera de Mallorca, según su vicepresidente Ignasi Esteve, vaticina que las ventas anticipadas han mejorado la ocupación para este verano, «pero las ofertas por parte de los touroperadores siempre están encima de la mesa para todos los meses del verano. Son ofertas que hacen daño y que ponen al hotelero ante una complicada encrucijada. Las ofertas no están llegando a los niveles del pasado año, pero se están produciendo. Asimismo, el aumento de la demanda en los meses punta hará que entre el 20 y el 31 de agosto haya problemas de sobreocupación y sobrecontratación en la Isla».

Y otro dato positivo, a diferencia de la temporada de 2003, es que el mes de septiembre se presenta con unas previsiones de ocupación buenas, lo cual hará, en opinión de las patronales, que se alargue este año la temporada y no haya un cierre generalizado de hoteles en septiembre, como así sucedió en 2003.