Como siempre, los 'sollerics' se entregaron a la causa de representar con fidelidad los hechos de 1561. Foto: TERESA AYUGA

TW
0

Un año más, los vecinos de Sóller celebraron ayer el tradicional Firó, que conmemora la victoria de los cristianos contra los invasores sarracenos el 11 de mayo de 1561. Los actos, en los que participaron más de mil personas, dieron comienzo a las diez de la mañana con la ofrenda de coronas al monumento erigido a los héroes del 11 de mayo. A continuación, se celebró una misa a la que asistieron las Valentes Dones. A las 15.00 horas repicaron las campanas que avisaban de la presencia de naves enemigas en la costa, lo que puso en estado de alerta a los payeses, que se desplazaron hasta la Plaça dels Estiradors para iniciar la lucha. En la Plaça de la Constitució, el capitán Angelats, que en esta edición estrenaba traje, se encomendó a la Mare de Déu de la Victòria y animó a los agricultores a la lucha.

En la playa de Ca'n Generòs, los sarracenos intentaron desembarcar pero fueron rechazados por los sollerics. Sin embargo, los moros no se dieron por vencidos e intentaron de nuevo el desembarco, esta vez en la playa d'En Repic, consiguiendo su objetivo. En el Pont d'en Barona, las tropas sollericas se volvieron a enfrentar con los invasores en una dura batalla. Las tropas sarracenas que desembarcaron en Ses Puntes y entraron en el pueblo por el Camp de s'Oca, saquearon las casas y la iglesia. El Rey Moro se creyó vencedor y llegó a la plaza para proclamar su victoria. Los payeses, reagrupados y animados por el capitán Angelats, lucharon con gran valentía y finalmente vencieron al enemigo. Por último, el capitán Angelats proclamó la victoria de los sollerics ante la algarabía general. Llegado a este punto, vecinos y autoridades, entre las que se encontraba el delegado de Defensa, Cristóbal Esbert, entonaron La Balanguera. Durante la jornada se registraron algunos incidentes debido al consumo de alcohol que, a pesar de no haber sido tan excesivo como en otros años, repercutió en la fiesta.

Mari Vázquez