Políticos y ciudadanos apoyaron ayer, con su presencia, el acto simbólico para recordar a todas y cada una de las víctimas del sida. Foto: TERESA AYUGA

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La Plaça Major de Palma se transformó ayer en un escenario de evocación y recuerdo de todas y cada una de las personas que han fallecido a causa del sida o que están infectadas por el VIH en algún lugar del mundo. «Hoy no es día de hablar de cifras, sino de recordar a nuestros compañeros fallecidos», dijo emocionada Monserrat Tuset, presidenta de la Associació de Lluita Anti-Sida (Alas) de Balears. El 'Décimo Memorial' de las víctimas de sida, destinado especialmente a la infancia, contó con la participación, por primera vez en diez años, de un grupo de niños de 4 a 6 años del colegio Sant Felip Neri de Palma, que realizaron un gran mural como aportación simbólica de los más pequeños a la lucha contra el sida.

Tuset, afectada desde hace años por el VIH, recordó la importancia de la prevención para luchar contra el sida y, en el acto central de la jornada, leyó, junto a su autora Eva Vélez, un escrito, en el cual se explicaba que «el goteo de fallecimientos a partir de mayo del 95 fue continuo, no había tregua, sin medicamentos eficaces, víctimas del miedo y del rechazo social iban cayendo uno tras otro» y añadían que «a los supervivientes nos persigue la sombra de la culpa, sabemos que algo esencial se nos perdió por el camino y ello equivale a una pequeña muerte».

Políticos y ciudadanos apoyaron, con su presencia, el acto simbólico en recuerdo a las víctimas. Flores, velas, música de Jaume Anglada, globos y un libro de dedicatorias para, parafraseando al cantante Fredy Mercury, líder del grupo Queen, fallecido por la enfermedad, explicar que, pese a quien pese, «el espectáculo debe continuar» pero sin dejar en manos del azar «la posibilidad de infección de sida», porque, el sida, «todavía existe, ningún ángel protege contra el sida ni el más grande amor». Por ello también se obsequió a los presentes con preservativos, «la única protección real y objetiva, hoy por hoy, es ese envoltorio de látex que denominamos preservativo... Eso y el sentido común».