La prueba de Supermotar contó con un gran número de participantes. Foto: G. MAS

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La Avinguda del Ferrocarril de Manacor fue el escenario perfecto ayer para la celebración de la II Fira de la Moto y I Fira de la Bicicleta, con casi 2.000 metros lineales llenos de expositores y que congregó a miles de aficionados y curiosos del mundo del motor de dos ruedas. En esta segunda edición de la Fira de la Moto participaron un total de 30 motoclubes llegados desde toda Mallorca y 32 concesionarios de diferentes marcas de motos, que expusieron sus arsenales de motos nuevas, usadas, restauradas y antiguas, como también accesorios y complementos.

Uno de los actos más relevantes de la mañana fue la prueba Supermotar de Motocross, válida para el Campeonato de les Illes Balears, organizada por el Motoclub Muro. En esta prueba participaron un gran número de pilotos competidores. Después, en el mismo circuito creado para la ocasión, se disputaron varias carreras infantiles y juveniles que no entraban en competición. También se pudo observar una fantástica prueba de motos quads de cuatro ruedas en el mismo circuito del Supermotar del Campeonato de les Illes Balears, un acto que contó con gran presencia de público y que destacó por ser la principal novedad de la Fira de la Moto.

Con todo, uno de los actos que llamaron más la atención, sobre todo entre los más pequeños, fue el minicircuito que se montó para las pruebas de minimotos, conducidas por adultos y luego por los más pequeños dada su curiosidad. La primera Fira de la Bicicleta, que se celebró en el mismo recinto que la de la moto, contó, en su primer año, con siete expositores de bicicletas nuevas, usadas y de ocasión. En el apartado de bicicletas de montaña, unos seis clubes realizaron una prueba de exhibición en el mismo circuito. Por la tarde, los pilotos de la Policía Local de Manacor, los de la Guardia Civil y los de la Policía Nacional se retaron en duelo con motoristas de Harleys y Customs.

G. Mas