El número de asuntos de divorcios y separaciones consensuada por
los cónyuges, así como las separaciones contenciosos, han
disminuido en los juzgados de Familia de Palma entre 2002 y 2003,
según refleja la Memoria Judicial de 2003. Tan solo aumentan (de
280 en 2002 a 316 en 2003) los divorcios no pactados. Al igual que
ocurre en los juzgados civiles ordinarios, los de Familia han visto
aumentada su carga competencial, lo que «pronto aconsejará la
creación de un cuarto juzgado», señala la Memoria.
En la estadística, destaca la privación de patria potestad, que
pasó de 3 en 2002 a 0 el pasado año.
Por otro lado, la Oficina de Ayuda a las Víctimas de Delitos
atendió en 2003 1.130 personas, de las cuales 606 lo fueron por
temas de violencia doméstica.
En ese aspecto, el juez decano de Palma, Pere Barceló, recordó
que se había alcanzado un acuerdo con el Institut Balear de la Dona
para que este organismos tuviera información «desde el primer
momento» de los expedientes incoados por malos tratos en el
hogar.
Merced a este acuerdo los jueces realizan las diligencias
penales correspondientes, pero también ponen los casos en manos de
ese organismo autonómico a fin de que colabore aportando ayudas
especiales y equipos de profesionales, entre ellos psicólogos.
Todos recomiendan resolver las diferencias «irreconciliables» de
los cónyuges a través de los respectivos procesos de divorcio y
separación en los juzgados, pero no siempre es así. Por ello, el
papel que juega el Institut Balear de la Dona es clave. Las
identidades de las mujeres están reservadas y ese organismo y sus
colaboradores (los consells, en Eivissa y Menorca y el Ajuntament,
en Palma) no informan de las mismas. Y no hacen públicas las
direcciones de sus centros de acogida, primer paso para futuras
actuaciones.
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