El Govern quiere saber si Fomento garantiza el dinero para construir las autopistas previstas.

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TORRES BLASCO/JUAN MESTRE
La consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, remitió ayer una segunda carta a la ministra de Fomento, Magdalena Àlvarez, para lamentar el «clima de tensión» generado entre ambas administraciones a propósito del convenio de carreteras. En una misiva remitida ayer mismo desde Obres Públiques, a la que ha tenido acceso este periódico, Cabrer indica a Àlvarez que este clima de tensión «en nada beneficia a los ciudadanos de Balears» y solicita a la ministra de Fomento que dé «fecha y hora» para poder mantener una reunión. Cabrer ya remitió el pasado 19 de abril una carta a la ministra de Fomento para solicitar una reunión, pero Àlvarez todavía no ha respondido. Miquel Ramis, portavoz del PP, respaldó la postura de la consellera y advirtió que «Cabrer debe reunirse con el político de su mismo rango». «¿Acaso quieren que Cabrer se reúna con el bedel del Ministerio de Fomento?», preguntó Ramis. Cabrer explicó que ha telefoneado «cada día» a la ministra para intentar hablar con ella, pero no ha habido ninguna respuesta.

Esta falta de comunicación entre el Govern y el Ministerio de Fomento ha desatado una escalada de declaraciones -iniciada el viernes- y la petición por parte del PSOE para que Cabrer dimita como consellera. En rueda de prensa, Cabrer volvió a advertir ayer que «el Govern no consentirá que la Administración del Estado nos pisotee, nos insulte y nos quite el dinero que conseguimos». Para Cabrer, la nota de prensa remitida el viernes por Fomento «tiene un coste» y respondió a la petición de dimisión del PSOE que «si cada vez que defiendo a los ciudadanos de Balears me piden la dimisión, estaré muy contenta». «Si el PSOE dice que acabaré en los tribunales, que explique los motivos; ellos saben que lo que dice no tiene fundamento», respondió Cabrer, quien recordó que Canarias también ha licitado los proyectos de su convenio muy por encima de la cantidad pactada con el Ministerio de Fomento. Sobre esta polémica, el PSOE reclamó ayer del president Matas la destitución de la conselleria d'Obres Publiques, Mabel Cabrer, y pronosticó que «acabará ante los tribunales» por su gestión del convenio de carreteras. Según Francina Armengol y Francesc Quetglas, la consellera Cabrer no ha estado «a la altura de la circunstancias» y «está poniendo en peligro los intereses de Balears, al supeditarlos a los intereses partidistas del PP en Madrid».

Armengol indicó que Cabrer se ha mostrado «incapaz» de negociar el convenio con el Gobierno central. Quetglas precisó que «el único modo de restablecer el diálogo» es «buscar otro interlocutor» que «permita salvar los muebles». Los socialistas de Balears mostraron ayer su «indignación» por la nota de prensa emitida el día anterior por la conselleria que dirige Cabrer y por la utilización «malintencionada» de una conversación con el secretario de Estado de Infraestructuras de Fomento, Victor Morlán. Cabrer artibuyó a Morlán haber dicho que «la situación de Antich es asfixiante». El propio Morlán aludió a este asunto. En unas declaraciones recogidas por Europa Press, Morlán negó que cuando acusó a Cabrer de vulnerar el convenio lo hiciera para «aliviar la asfixiante situación de Antich». «Es una interpretación sesgada de una conversación privada que tuve con la consejera, que no entiendo como se permite utilizar con esta finalidad», explicó para añadir que, en los sucesivo, evitaría las conversaciones telefónicas y que se dirigiría a ella por carta. Quetglas indicó que el convenio «tiene visos de ilegalidad desde la fecha en que está datado». Fue aprobado el 12 de marzo.