Foto de grupo de la comitiva que acompañó a la pareja en su recorrido por el museo. Foto: TERESA AYUGA

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Como buenos amantes del arte, el matrimonio formado por Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones visitaron en la tarde del miércoles el Museu d'Art Modern i Contemporani Es Baluard acompañados por el hijo mayor de Michael, Cameron Douglas, y su novia. Fue una visita privada, informal, cordial y entrañable guiada por Pere A. Serra, presidente de la Fundación Es Baluard y presidente del Grup Serra, y la directora del centro, Marie Clair Uberquoi. Además, se sumaron al recorrido la vicepresidenta del Govern balear, Rosa Estaràs; la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, y su esposo, Miquel Munar; la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y Carmen Serra, miembro de la Fundación de Es Baluard.

El recorrido se inició a las 20:30 horas y duró aproximadamente una hora y media. Catherine Zeta-Jones, recién llegada del extranjero, se dirigió directamente a Es Baluard. La pareja ya había estado en el museo en julio del año pasado cuando todavía se encontraba en obras. En esta segunda visita, las dos estrellas de cine destacaron la amplitud de la colección, la excelente instalación de las obras en el museo y la calidad de las piezas. Se quedaron admirados por las obras de paisajes mallorquines, y en más de una ocasión intentaron identificar los parajes de los que se trataba. Las obras que más impresionaron al matrimonio durante el recorrido fueron «Kosko-Mez» de Victor Vasarely, «Concetto spaziale» De Lucio Fontana, «Caballos huyendo por el vuelo del pájaro-terror» de Joan Miró, «Lola» de Kees van Dongen, «Dama española» de Francis Picabia, las cerámicas de Picasso y «Fifteen holes» de Barceló. Catherine Zeta Jones se quedó impresionada con la colección de dibujos de 18 grandes maestros del siglo XX que, según ella misma comentó, tienen un gran interés porque muestra la faceta más intimista y menos conocida de artistas como Julio González, Oscar Kokoshka o Dalí, entre otros.

Al llegar a la terraza, la pareja protagonizó la anécdota de la visita al elegir el marco colocado para captar la panorámica en vivo y en directo de la Catedral como escenario de algunas de las fotografías. El resultado fue que la pareja parece estar dentro de un cuadro. Al finalizar el recorrido, el matrimonio expresó su voluntad de volver a visitar Es Baluard en compañía de unos amigos. Además, quisieron reiterar su admiración por la amplitud del museo y la calidad de las piezas que alberga. En cuanto a la indumentaria, ella vestía de manera informal pero elegante con un vestido negro, combinado con unas sandalias de tacón y unas gafas, también en negro, y un bolso beige ribeteado en rojo. Él llevaba una camisa azul con un ligero floreado y un pantalón azul marino.

R.D