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La profesión de abogado en Balears está en auge como quedó demostrado ayer en el transcurso de un multitudinario acto institucional celebrado en sede palmesana del Colegio con la asistencia del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears, Antoni Terrasa, el fiscal jefe, Bartomeu Barceló y el decano de los Registradores, Francisco Monreal, entre otras autoridades.

«Es una profesión vocacional, da muchos disgustos, pero también alegrías, así que no hay que desmoralizarse. Si yo volviera a nacer me haría abogado otra vez», precisó Font. En el acto institucional se rindió homenaje a los abogados «veteranos», con 25 y 50 años en la profesión. También, el ex presidente del TSJB Angel Reigosa, jubilado, fue distinguido con la insignia de oro del Colegio. Uno de ellos, Juan Toribio, tomó la palabra para describir sus sensaciones en un día tan señalado y subrayó que la profesión «ha cambiado mucho en los últimos años». Font, por su parte, dio la bienvenida a los nuevos letrados y recordó que el colectivo está participando en una experiencia piloto «muy positiva», como son los Juzgados de lo Mercantil. «El Colegio de Abogados está colaborando con esa iniciativa, que entrará en vigor el 1 de septiembre, y aporta 25 abogados que tramitan procedimientos de quiebra ficticios», explicó.

El decano de los letrados, Joan Font, presidió el emotivo acto que fue seguido por una gran cantidad de personas que llenó el Salón de Actos del Colegio de Abogados. «Ya somos casi 2.300 abogados ejercientes, cifra nunca antes alcanzada en las Islas», dijo Font, quien pese a todo, recordó a los recién llegados que la profesión «está atravesando por un momento muy difícil para iniciarse en ella, porque está muy masificada y los costes para montar un despacho hoy en día son muy elevados».