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«Un partido que tiene dirección, gente y estructura, que se debe a Mallorca y que no se rinde ni se resigna».

Son palabras de Biel Vicens, secretario general del Partit Socialista de Mallorca (PSM. Con ellas, quiso resumir el mensaje que quiso hacer llegar ayer la ejecutiva del PSM en su primera reunión tras el congreso de hace dos semanas.

La dirección nacionalista (formada por una Comisión Permanente y una Ejecutiva ampliada) eligió ayer un espacio cargado de simbolismo para celebrar su primera reunión: el Monestir de la Real, referente espiritual y cultural del nacionalismo mallorquín y que, además, representa la oposición a las políticas del PP en materia territorial.

Aunque Biel Vicens insistió en que todavía era pronto para hablar de pactos, invitó a otras formaciones políticas y entidades a «unir esfuerzos» para «luchar todos juntos» contra las políticas del PP.

Según el secretario general hay una «confluencia absoluta de objetivos políticos» en su partido y «ya se han acabado los sectores».Parte de estos objetivos políticos, según expresó, se centran en la lucha del PSM contra «las políticas reaccionarias y depredadoras del PP».

«Desde la unidad y la confluencia de esfuerzos» y con «la energía renovada», aclaró Vicens en este sentido, la formación nacionalista rechaza «la destrucción» de Mallorca que lleva a cabo el partido que gobierna en la Comunidad balear y apoya «la liberación» de la isla y «el refuerzo de la personalidad nacional».