El grupo de escolares de quinto de Primaria del colegio público Eugeni López realizó una interesante jornada en el aula interactiva del aire del aeropuerto de Palma.

El grupo de escolares de quinto de Primaria del colegio público Eugeni López realizó una interesante jornada en el aula interactiva del aire del aeropuerto de Palma.

17/11/04 0:00
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El Aula Interactiva del Aire, que ofrece Aena a los escolares, recibió ayer la visita del colegio público Eugeni López, de Palma. Veinte alumnos de quinto de Primaria disfrutaron de la jornada matinal en el reformado molino o antigua casa Ca'n Reviu, en el entorno del Prat de Sant Jordi, donde se encuentra ubicada la Casa del Medio Ambiente del aeropuerto de Palma. Durante la asistencia de los estudiantes, Dolors Gómez, Cristina Esteban y Carmen Serrano, educadoras de medio ambiente y futuras pedagogas, muestran distintas temáticas a los niños y niñas. La exposición interactiva cuenta con múltiples elementos informativos e interactivos, a través de los cuales reciben gran cantidad de explicacionees y pueden realizar toda una serie de experimentaciones científicas, y a su vez divulgativas, sobre la atmósfera.

Los escolares, días antes de la visita, reciben un libro en el cual realizan un trabajo, que continúan durante y después de su paso por la Casa del Medio Ambiente del aeropuerto de Palma. Los talleres de experimentación y juegos ambientales son los que más gustan a los chavales. Ismael e Iván, de diez años de edad, mostraron su interés por cada juego y explicación. Por su parte, Elena confesó sentirse especialmente sensibilizada con todo aquello que destruye la atmósfera y la necesidad de buscar nuevos hábitos más respetuosos con el medio.

Los visitantes descubrieron la existencia de un elemento esencial como es el aire y experimentaron con sus propiedades físicas; no lo vemos, pesa, ocupa espacio, no tiene forma, ni volumen definido, se mueve, se expande, se comprime, permite la combustión y mucho más. En definitiva, una auténtica aula virtual del aire.

Julián Aguirre
Foto: Sebastià Amengual