JUAN MESTRE
Cada mañana, entre las 8.30 y las 9 horas, el president del Govern
llega a su despacho del Consolat de Mar. En esos momentos, unos 50
funcionarios y cargos de confianza se encuentran ya en las
dependencias de Presidència del Govern, el «ala oeste del
Consolat», preparando el día a día de la agenda de Matas, ultimando
los actos a los que asistirá el president y redactando los
comunicados de prensa que se difundirán durante el día.
Lo primero que hace Matas al llegar al Consolat es leer los
periódicos y atender las llamadas pendientes. Después, el president
del Govern se reúne con Xesca Pascual, la directora general de
Presidència, y con Dulce Linares, jefa de gabinete, para estudiar
la agenda del día.
A lo largo de la jornada, Matas recibe visitas, habla con
consellers y se reúne varias veces a lo largo del día con su equipo
de confianza. El consejo de dirección del Consolat de Mar está
formado por Linares, Pascual, Martorell y Candela. Cómo no, Matas
dirige la reunión que siempre se celebra los lunes para planificar
el trabajo de toda la semana. Joan Martorell es el director general
de Comunicacions, el encargado de coordinar toda la política
informativa del Govern, y Albert Candela es el jefe de protocolo.
Candela ha trabajado con todos los presidentes y tiene la
experiencia suficiente para saber cómo deben celebrarse todos los
actos a los que acude el president. Candela no pierde detalle y
acompaña a Matas a todos sitios.
Además de los integrantes del consejo de dirección, en el
Consolat trabajan para Matas el equipo de Relaciones Públicas,
dirigido por Aina Coll, y un gabinete de prensa formado por varios
periodistas, fotógrafos, un cámara de televisión y un editor
audiovisual. Diariamente el Govern facilita a los medios de
comunicación imágenes de aquellos actos en los que el protagonista
es el president.
Matas tiene un despacho pequeño, con vistas al Passeig de
Sagrera, que cuenta con un baño propio. El baño está en un pasillo
a través del cual se accede a una amplia sala de reuniones. Sólo el
personal de la limpieza tiene acceso al baño personal del
president. En la sala de reuniones, Matas se prepara él mismo -y
durante varias veces al día- una taza de café con leche con una
máquina que le regaló una empresa de refrescos. La misma sala de
reuniones -que está decorada con dos impresionantes cuadros de Joan
Miró y una litografía de Mompó- sirve de comedor cuando el
president del Govern tiene que almorzar con sus invitados. En el
Consolat de Mar hay una cocina en la planta baja, pero nunca se
emplea. Los funcionarios recuerdan que alguna vez se utilizó la
cocina para prepara la comida al president, pero esta habitación
sólo se utiliza ahora para almacenar canapés y bebidas cuando se
celebra algún acto en el Consolat.
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