El torero Espartaco, que hoy toreará en la plaza de toros de
Alcúdia en el Festival Taurino con motivo de la festividad de Sant
Jaume, patrón del municipio, pasó ayer una jornada de relax en la
Isla. Por la mañana navegó y por la tarde se dio un paseo por el
coliseo para tener un primer contacto con el mismo. El matador
estuvo acompañado por el también torero Eduardo Dávila Mihura. Los
dos compartirán cartel con Javier Conde.
Espartaco destacó que el público mallorquín es «muy torerista y
nos trata con admiración y respeto». De Mallorca, le atrae la
gente, la playa y los innumerables rincones bonitos. Explicó que,
tras su retiro, ahora sólo torea en actos benéficos para ayudar.
«Ahora no disfruto delante un toro, sino que paso miedo. Ahora hay
otras cosas que me hacen disfrutar como la familia». De su
trayectoria profesional, señaló que la mejor recompensa es recibir
el cariño de la gente.
Para Dávila Mihura torear en la misma plaza que Espartaco es «un
estímulo. Llegar donde ha llegado Espartaco es muy difícil, pero no
imposible y conseguirlo sería para mí lo más bonito del mundo».
Son, sin duda, dos toreros antagónicos: Espartaco representa a un
matador que lo ha conseguido todo, mientras que a Dávila todavía le
queda un largo camino. Según señaló Dávila, sus apellidos de
ganaderos «no pesan, pero te obligan a comportarte de una
determinada manera».
Tolo Llabrés
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