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No hay mal que por bien no venga. Esto es lo que piensan los pescaderos del Mercat de l'Olivar que verán en septiembre como la parte de pescadería de dicho establecimiento cierra sus puertas una semana para reformar el pavimento. Varios días sin vender género a cambio de tener un suelo que no resbale. Los propietarios aprueban una obra que mejore el estado actual del mercado, pero recuerdan que hace sólo tres años ya se realizaron unas reformas que tendrían que haber sido las definitivas.

Juana, de «Peixos Juani Fuster», es muy clara al respecto. «Esto lo tenían que haber pensado cuando se hizo la anterior reforma, pero me parece bien que cambien el suelo y hagan algunas mejoras», señaló esta pescadera. Algo muy parecido opina María, de «Pescados Mir Vera». «Me parece fantástico que cambien el suelo pero esto tendrían que haberlo proyectado antes, porque el gremio tendrá cuatro días cerrado sin tener ninguna culpa».

Por su parte, Margarita, de «Pescadería Tita», mandó un mensaje a quien corresponda. «Los grandes ingenieros y arquitectos pusieron un suelo creyendo que esto era una pescadería de tres metros, y bueno, resbala mucho», apuntó esta pescadera, que además añadió «aquí he visto a gente romperse piernas y brazos por culpa del suelo», manifestó.