El viernes noche Onofre Prohens celebró por todo lo alto su
fiesta de verano en su residencia de Son Vida.
La fiesta reunió a cien invitados que acudieron ataviados de una
manera un tanto especial; las mujeres con sombreros de plumas y los
hombres, con un bombín, lo que daba a la fiesta un toque años
veinte que se completaba con la música de Mave Pinknet.
La decoración de toda la parte exterior fue obra de Nadja
Rothkirch, quien también organizó el buffet japonés del que los
invitados disfrutaron. Un total de siete buffets diferentes
situados en el porche y la zona de la piscina componían el total de
la cena, en los que se podía disfrutar de platos como Roast Beef
con salsa de arándanos o un surtido de pasteles de foie, txangurro
y setas. Tras el ágape los invitados se divirtieron hasta la
madrugada y a las seis llegaron las tradicionales ensaimadas.
María José Guirao
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