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G.ALOMAR
La Estación Naval de Portopí ha acogido un año más este verano el dispositivo de vigilancia activado con motivo de la estancia en Palma de la Familia Real durante el mes de agosto. Operación que ya cumple más de 30 años de servicio desde que a principios de los años 70 comenzaron las estancias en Mallorca y que ha contemplado sucesivas unidades de distinto tipo.

La novedad más destacable este año es la sustitución de los veteranos dragaminas de madera por los patrulleros actuales, al haber causado baja aquellas unidades. Se trata, por parte de la Armada, de dos patrulleros y lanchas patrulleras que además de fondear frente al palacio de Marivent durante las horas nocturnas en una zona balizada, han tomado parte en los grandes eventos deportivos que se han celebrado en la bahía, como la Copa del Rey y el Trofeo Almirante Conde de Barcelona, alcanzando especial protagonismo en la Gran Parada al recibir la salutación en fila india de todos los participantes engalanados al acoger a las autoridades e invitados.

Durante la celebración de ambas regatas los buques de la Armada han custodiado el entorno de las embarcaciones inscritas, a lo largo de todo el recorrido. Son unidades concebidas para la vigilancia costera pero con un diseño polivalente. Así, los patrulleros de la clase Anaga forman una serie de diez construidas por Bazán en el Arsenal de La Carraca diseñadas dentro del programa Fuerza de Vigilancia Marítima y construidas por el astillero Bazán de San Fernando entre 1980 y 1982, que también pueden actuar en misiones de salvamento y de lucha contra incendios.