El Consell de Mallorca aprobará en el pleno del próximo mes de
octubre la modificación del plan de residuos para permitir que la
actual planta incineradora queme un 140 por ciento más de lo que
quema en la actualidad. El documento con la modificación fue
presentado a los partidos políticos el pasado mes de mayo, pero ya
se ha mantenido un primer contacto formal con los representantes de
PP y PSOE, partidos con los que quiere contar Unió Mallorquina para
dar el visto bueno a la ampliación de Son Reus.
Todavía no se han mantenido reuniones con los representantes de
EU-EV y PSM. Sin embargo es poco probable que estos dos partidos
apoyen la ampliación. Por lo que respecta al PSOE, el conseller
Manel Suárez señaló que hasta la fecha han mantenido una reunión
con el director insular de Residus, Guillem Riera, quien les
entregó toda la documentación que ahora estudiarán los órganos del
partido.
La modificación del plan director de residuos permitirá
construir dos nuevos hornos -o uno doble, aún no está decidido- con
capacidad para quemar 420.000 toneladas de basuras, que se sumarán
a las 300.000 que ya quema la planta de Son Reus. La inversión
global rondará los 250 millones de euros.
El plan tendrá un horizonte temporal fijado hasta el año 2013 y
permitirá el cierre definitivo del actual vertedero de Palma, que
quedará clausurado en el año 2008. Para evitar el colapso del
sistema mientras se construyen las dos nuevas líneas de
incineración, el nuevo plan de residuos incluye la construcción de
un vertedero provisional de emergencia. Este vertedero se utilizará
durante dos años ya que las previsiones del Consell es que las
nuevas líneas de incineración estén operativas en 2010.
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