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El Govern quiere facilitar que todos los extranjeros que residen en Balears estén inscritos en el censo sanitario para aumentar los ingresos del Estado previstos en el acuerdo de financiación sanitaria que regula los convenios de asistencia de residentes extranjeros. Es decir, el Govern pedirá a todos los extranjeros que acudan a los centros sanitarios de Balears y que tengan domicilio en las Islas que rellenen un impreso para incorporarse al censo sanitario. Se trata del impreso E-121. De esta manera, el Ejecutivo, a través del Gobierno central, podrá reclamar a los distintos países de origen la financiación per cápita que corresponde por cada uno de los extranjeros con el claro objetivo de aumentar los ingresos en materia sanitaria de la Comunitat Autónoma. Cualquier extranjero con domicilio en Balears puede solicitar la tarjeta sanitaria si demuestra que vive en las Islas, pero sólo consta como «desplazado» cuando no se produce este registro en el censo sanitario. Se trata, en definitiva, una fórmula para captar mayores ingresos y de una manera mucho más rápida.

Horas después de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, el conseller d'Economia, Lluís Ramis de Ayreflor, criticó que el nuevo pacto sanitario no contemple el incremento de población, pero subrayó que la partida sobre asistencia a residentes extranjeros puede aumentar si se demuestra que el censo ha aumentado. «Queremos comprobar que los extranjeros se inscriban en el censo sanitario para obtener más ingresos», recalcó Lluís Ramis de Ayreflor.

Ramis de Ayreflor concretó que Balears recibirá 63 millones adicionales durante el primer año, que se convertirán en 85 millones debido al incremento de las transferencias y a la aplicación de la cláusula de garantía. Con esta nueva aportación, y tras el incremento de la población en Balears, la financiación per cápita se sitúa en 331 euros, aunque este cálculo se basa solamente en los 195.000 nuevos habitantes y no en el total de la población balear. En cuanto a los dos anticipos de 30'7 millones correspondientes a los ejercicios 2006 y 2007, Ramis de Ayreflor recordó que se trata de un dinero a cuenta que cede el Gobierno central pero que dicha partida ya se recauda en Balears.

Precisamente, la portavoz del grupo socialista, Francina Armengol, anunció ayer que hará una oposición dura para fiscalizar la gestión del Govern y el líder del PSOE balear, Francesc Antich, defendió que los problemas de las sanidad balear son dos, falta de financiación y racionalización de gastos. Por ello, consideró que «un Govern con una deuda cercana a los 2.000 millones de euros podría tener la tentación de destinar fondos de la sanidad a otras finalidades». Antich sostuvo también que la Administración central ha realizado un gran esfuerzo para mejorar la financiación sanitaria y exigió: «ahora es el Govern quien debe mojarse».