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«Es la nueva esclavitud» y «no puede legalizarse nunca porque es una forma de violencia contra la mujeres». Son declaraciones de la directora del Institut Balear de la Dona, Isabel Llinás, que añadió que el objetivo es «conseguir la dignidad de las mujeres que la ejercen».

Unas 3.000 mujeres, en su mayoría inmigrantes (un 80%) ejercen la prostitución. El congreso profundizará en el análisis de la prostitución como objeto de estudio académico y organizará los temas de debate en cinco ejes: tráfico de personas, reglamentación, salud, prostitución de calle y desde un enfoque femenino.

La prostitución, su complejo mundo y las soluciones posibles para abordarla centrarán un congreso virtual -a través de internet- que reunirá a organizaciones totalmente comprometidas con el fenómenos como Médicos del Mundo, Cruz Roja o la congregaciones religiosas de las Monjas Oblatas y las Monjas Adoratrices.

Asimismo, Ballester apuntó que la concepción de estas jornadas «se aleja de un tratamiento espectacular o morboso».

María Ramos, representante de Médicos del Mundo, indicó que esta organización atendió en 2004 a 1.500 prostitutas en Balears.

Llinás invitó a la sociedad a «no cerrar los ojos ante la prostitución» y hablar «sin tapujos».

La directora del Institut, sin embargo, consideró «un asunto cerrado» el llamado «caso Rasputín» (presencia de una delegación oficial del Govern en un prostíbulo ruso) y no quiso hablar del asunto.