Los propietarios que quieran construir una vivienda en suelo
rústico, promotores de campos de golf, empresas de generación
eléctrica o industriales ajenos a la agricultura y ganadería
deberán pagar, a partir de 1 de enero del año que viene, una tasa
para obtener la declaración de interés general por parte del
Consell de Mallorca.
La institución insular espera recaudar un millón de euros al año
con esta tasa, una cantidad no muy elevada, pero que permitirá
poner en marcha, a partir del año que viene, el Àrea de
Reconversión Territorial de la central de es Murterar, en el
municipio de Alcúdia.
El vicepresident del Consell, Miquel Nadal, y el conseller de
Territori de la institución insular, Bartomeu Vicens, anunciaron
ayer que los presupuestos de la institución para el año 2006
incluirán esta nueva tasa. Su objetivo es doble, según el conseller
de Territori: disuadir a ciudadanos y empresarios de la utilización
«no natural» del suelo rústico, agrícola por naturaleza, y obtener
fondos para destinarlos después a la protección territorial y
patrimonial de las Islas.
Quien quiera construirse una vivienda deberá pagar al Consell
una tasa fija de 250 euros, más un euro por cada uno de los metros
de construcción. Es decir, las viviendas unifamiliares pagarán un
máximo de 700 euros. En el caso de los campos de golf o de otras
instalaciones que precisen el interés general, la tasa se eleva a
600 euros como canon fijo más una cantidad variable en función de
los metros de ocupación y de las dimensiones de la parcela.
Bartomeu Vicens señaló, por ejemplo, que un campo de golf medio de
600.000 metros cuadrados pagará al Consell 180.000 euros.
Las empresas de redes de suministro pagarán 300 euros fijos más
una cantidad variable en función de la longitud de la línea para la
que soliciten el interés general.
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