Las cenizas procedentes de la incineradora se guardaban en unas sacas a la espera de depositarlas en un vertedero específico.

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El Consell obligará a las empresas y a las administraciones públicas a utilizar las escorias y la cenizas procedentes de Son Reus en la construcción de carreteras y de otros elementos constructivos. Es una de las disposiciones que recoge la modificación del plan de residuos que ayer recibió el primer visto bueno por parte de la comisión informativa del Consell. El plan elaborado por el departamento que dirige Miquel Riera consiguió el apoyo de PP y UM, mientras que el PSM y PSOE se abstuvieron y EU-EV votó en contra.

«Con el fin de fomentar el uso de las escorias y residuos de depuración de gases tratados, las administraciones públicas y las empresas estarán obligadas a utilizarlas, priorizando su uso frente al uso de áridos naturales», señala el documento que será ratificado en el pleno del lunes.

El texto matiza que esta norma no será de aplicaciones si administraciones o empresas demuestran que el uso de estos materiales procedentes de los hornos de Son Reus no son aptos para su utilización concreta o en caso de que no haya suficiente material. El plan añade además que, con el objetivo de fomentar el uso de las cenizas y escorias, en todas las licencias o autorizaciones que dependen del Consell se exigirá el cumplimiento de lo anterior.

El documento señala que tanto las cenizas como las escorias deberán utilizarse en primera instancia como aditivo para el asfalto de las carreteras o como materia prima en la fabricación de materiales para construcción, así como otros usos que sean autorizadas específicamente por el órgano competente, es decir, el Consell de Mallorca. Estos residuos procedentes de la incineradora también podrán ubicarse en depósitos de seguridad, después de haber sufrido un proceso de inertización.