Con 150 participantes de 40 países y la presencia de 30 ex altos
cargos (antiguos jefes de Estado, primeros ministros y ministros),
la jornada de ayer se inició con una recepción y almuerzo en el
Castell de Bellver para posteriormente abordar las ponencias en el
Centre de Convencions del Hotel Melià Victoria. Jürgen Gramke, del
Instituto de Asuntos Europeos y ex ministro alemán de Estado, fue
el encargado de la introducción, mientras que el president del
Govern, Jaume Matas, como anfitrión, y Sarik Tara (Turquía),
fundador del foro, dieron la bienvenida a los presentes.
Pese a ser de bienvenida, el discurso de Matas fue muy
reivindicativo. Apelando a la cohesión social, territorial y
económica de la Unión Europa, el president expuso los hándicaps de
la insularidad y las desventajas que ésta supone para el desarrollo
económico, como las que sufren las zonas rurales, las de transición
industrial, las transforentizas y las montañosas. Matas señaló que
«no ha sido sencillo dar a entender los problemas estructurales de
la insularidad: mayores costes de transporte, precios altos de
producción, recursos energéticos y naturales limitados, tratamiento
de residuos, economías de escala, mayores inversiones en educación
y sanidad...».
Jaume Matas recordó que Balears y Canarias cuentan con regímenes
especiales para garantizar unas mismas condiciones que en el
continente «para así poder competir en igualdad y propiciar nuestro
bienestar y contribuir al bienestar común europeo».
El alemán Klaus Hänsch, ex presidente del Parlamento Europeo
(quien, por cierto, dio por segura una coalición entre los
cristianodemócratas y los socialdemócratas alemanes tras las
igualadas elecciones en aquel país), recordó que Francia y Holanda
han dicho 'no' a la Constitución \132 Europea, «pero otros 14
países han dicho 'sí' y 6 han suspendido el proceso de
ratificación. Pese a que se produce un mayor rechazo a lo europeo
que en décadas anteriores, es posible sacar adelante el proyecto
común, con más tiempo y no es imposible lograr la conformidad de
todos los miembros, sin diferentes velocidades, pero ello no se
consigue con un simple 'pintado', es necesaria una revisión. Sería
una irresponsabilidad que la UE fuera un gigante económico y un
eneno político».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.