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J.J.S./EFE
La consellera de Salut, Aina Castillo, declaró ayer que el Gobierno central «no demuestra interés» en solucionar el conflicto con los técnicos sanitarios, «pero son las comunidades autónomas las que padecen las consecuencias de la huelga».

Castillo, que realizó estas declaraciones a los medios de comunicación tras inaugurar las Jornades de Portes Obertes del Hospital Psiquiàtric de Palma, describió la situación como «perversa», puesto que el Ejecutivo balear, cuyo servicio sanitario padece «el importante impacto y la presión» de la huelga, se encuentra con «las manos atadas», ya que no puede satisfacer las reivindicaciones de este colectivo porque no son de su competencia.

Para la consellera, los ministerios de Sanidad y Educación ni siquiera han estudiado la demanda de los técnicos especialistas de que la titulación de Formación Profesional superior que acreditan sea homologada como Diplomatura universitaria.

Castillo, que evitó pronunciarse sobre esta reivindicación, apeló a la «responsabilidad» del Gobierno central para solucionar un conflicto que afecta a una parte importante de la sociedad y, especialmente, a los pacientes de cáncer que siguen tratamiento de radioterapia.

No obstante, la consellera señaló que el Gobierno central «no está ni siquiera estudiando las reivindicaciones de los técnicos sanitarios ni pide opinión sobre el conflicto a las comunidades autónomas».

La máxima responsable de Salut indicó que «hemos reforzado los servicios para que la incidencia de la huelga no afecte de manera importante a los usuarios. Aunque el seguimiento se ha rebajado hasta el 40 por ciento, las pruebas y analíticas tardan varios días en ofrecer resultados». Para los sindicatos, el seguimiento de la huelga alcanza el 90 por ciento.