El presidente de la patronal de navieras que operan en Balears,
Jesús Alvarez, calculó que el tráfico de pasajeros habrá recuperado
hoy mismo la normaliad, mientras que el de mercancías lo hará a lo
largo del fin de semana. A pesar de la estabilización, Alvarez
calculó una reducción del 15% en los ingresos de las navieras de
Balears respecto a octubre de 2004, lo que se traduce en «pérdidas
millonarias».
De hecho, las navieras Iscomar y Baleária estudian la
posibilidad de plantear sendas reclamaciones por daños y
perjuicios. Iscomar cifra en 180.000 euros las pérdidas sufridas,
cantidad que se puede disparar por las reclamaciones de los
clientes. La naviera ha tenido que afrontar una «falta absoluta de
facturación y el mantenimiento de los costes fijos». La empresa
todavía trabaja en «dar solución a todos los clientes perjudicados»
y dirigirá sus reclamaciones contra la Administración.
Reclamación compleja
Baleária no ha cuantificado todavía sus pérdidas y estudia proceder
a la reclamación de los daños, aunque no tiene claro a quién
dirigirla porque la «situación jurídica es compleja». Baleária
estima que la movilización ha afectado a 5.000 pasajeros y 500
camiones desde el lunes.
Por su parte, Petit i Mitjà Comerç de Mallorca (Pimeco) reclamó
la declaración de «zona catastrófica» para Balears por los daños
económicos sufridos por el bloqueo marítimo, insistió en pedir
«compensaciones fiscales» para las empresas afectadas y que, en
estas situaciones, se actúe «contundentemente» para evitar las
«graves consecuencias» de la incomunicación. Además, Pimeco reclama
a los gobiernos central y balear el establecimiento de un protocolo
de actuación inmediata con las medidas necesarias para afrontar
este tipo de emergencias en el futuro, incluyendo servicios
mínimos, fletes de aviones de mercancías o «desalojo» de los
obstáculos que provocan el bloqueo. Los comercios de diferentes
sectores han sufrido un «descenso en su actividad», ya que, al no
recibir sus pedidos semanales, no pueden atender la demanda de sus
clientes.
Finalmente, el president del Govern, Jaume Matas, consideró «muy
buena noticia» el fin del bloqueo porque en Balears los problemas
de desabastecimiento «empezaban a ser graves» y confió en que no se
repita. La situación le causó «inquietud» por la posibilidad de que
escasearan materias primas y productos básicos, y también por «los
problemas de los miles de pasajeros que se han visto
afectados».
«No había ningún puerto alternativo y esto era lo peor», incidió
el presidente del Govern, para quien «lo que hay que exigir es que,
al menos, haya unos servicios mínimos garantizados por el
Gobierno».
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