Los niños se disfrazaron de los personajes más tenebrosos de las películas de miedo. Foto: PERE BOTA
01/11/05 0:00
Pasárselo de miedo. Este era el objetivo de los 150 niños que ayer asistieron a la fiesta de Halloween que tuvo lugar en el Casal Litoral de s'Arenal. El único requisito para entrar era que los chavales fuesen disfrazados de los personajes más monstruosos y terroríficos. Así, brujas, muertos vivientes, esqueletos, vampiros y demonios, entre otros, fueron los disfraces más recurrentes.
Tras los sustos vino la fiesta. Los niños pudieron saborear una picada monstruosa y bailar en la oscuridad sólo rota por las velas y los candelabros que adornaban el centro. Fue una noche terroríficamente divertida en la que los pequeños pudieron celebrar una fiesta de Halloween al más puro estilo americano.
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