Una terrorífica noche de Halloween pasaron los clientes del
hotel Marriott Son Antem, gracias a un tenebroso buffett a la luz
de las velas en el que no faltaron los personajes más horripilantes
entre una selección de platos rodeados de calabazas de tétrico
semblante. Hasta ocho funestos personajes interpretaron de forma
simultánea el equipo de camareros ataviado para la ocasión, con
unos atuendos de miedo. Desde una atractiva vampiresa de pálido
semblante a un destripador armado con un cuchillo sangrante o un
esqueleto, animaron una cena enmarcada en un decorado de
muerte.
Sepulturas de inspiración gótica a la trémula luz de los
candelabros junto a una momia saliendo del ataúd que hicieron las
delicias de una cena cuyo ingrediente principal fue la calabaza en
forma natural, de pudding o flan, pastel o ensalada combinada con
pavo al curry. Los pastelitos del diablo, con un sugerente color
rojo, hacían juego con un decorado cuyo tono escarlata impregnaba
de ambiente el recinto, donde la mezcla de sabores motivaba a
probar las más funestas variedades.
Una fiesta para no dormir y que pese a su inspiración
norteamericana, que además dominó por completo a nivel
gastronómico, en el que no faltó el pastel de manzana, eso si,
roja, las que repartía la bruja de Blancanieves, fue celebrada por
una modosa clientela mayoritariamente británica o germana que optó
por una asistencia discreta y un tanto flemática como si de un
decorado cotidiano se tratara.
Gabriel Alomar
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.