A las puertas del colegio no se hablaba ayer de otra cosa.

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Los 325 alumnos del Col.legi Públic Santa Isabel -situado en el barrio de Els Hostalets y vecino a las obras de soterramiento de las vías del tren de la calle Jacint Verdaguer- fueron desalojados ayer a las 12.40 del mediodía. Los alumnos y profesores sintieron unos fuertes temblores en el primer y segundo piso que causaron la alarma. El Govern atribuyó inicialmente los movimientos a una réplica de un terremoto de 3,7 en la escala Ritcher, acaecido a primeras horas de la madrugada de ayer al noreste de Argelia, pero luego lo descartó, e investiga las causas del suceso, que tampoco quiere vincular a las obras del tren.

Algunos profesores del centro aseguraban que «durante los temblores se oía el rumor de las máquinas de las vecinas obras del tren». Lluïsa, maestra de «suport» decía que «en un lapso de tiempo breve hubo cuatro movimientos. Los libros saltaban de la mesa. Yo, al mismo tiempo, oía ruidos de maquinaria». Otras fuentes cercanas al Ejecutivo balear, que han querido permanecer ocultas, creen que «sí hubo movimiento maquinaria pesada por las obras en la zona en esa franja horaria».

Los alumnos salieron del centro para ubicarse en la pista deportiva de la Plaça Santa Elisabet, donde estuvieron hasta las 14.00 horas, aproximadamente. Organizados por el servicio 112, un equipo de técnicos se desplazó al colegio para estudiar, «in situ», las causas del temblor. Un dispositivo integrado por Cos de Bombers de Palma, Policia Nacional, Policia Municipal, técnicos del Ajuntament, dos arquitectos y un aparejador evaluó la zona para dictaminar un informe sobre el estado del edificio. Se procedió a la instalación de catas y testimonios para evaluar posibles nuevos movimientos.

Finalmente, se decidió que el edifio estaba en condiciones. Con el visto bueno de las autoridades, los 60 alumnos que tenían que utilizar el servicio de comedor, volvieron a entrar al recinto.

Sin embargo, el lunes, antes de las 8.00 horas, los técnicos comprobarán si se registran nuevos movimientos y, de ser así, se suspenderían las clases, según se informó desde la conselleria d'Interior.

El director general de Planificació i Centres de la Conselleria d'Educació, Rafel Bosch, aseguró por la mañana, en el lugar del suceso, que «no tenemos constancia que durante el tiempo que duraron los temblores se registrase movimiento de maquinaria pesada en la zona de obras del tren. Pero sí tenemos constancia que un vecino llamó por teléfono para informar que había sentido, cerca de aquí -a 500 metros-, un temblor en su vivienda. La Direcció General d'Emergècies ha estado investigando los posibles movimientos sísmicos cercanos».