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Una imagen de fiesta alternativa en la Nochevieja la ofrece el botellón. Miles de jóvenes salieron a divertirse por la zona del Paseo Marítimo pero, antes de meterse en alguna sala de fiesta, bareto o discoteca, decidieron hacer botellón para ahorrar y compartir un momento entre amigos para poder charlar sin música de fondo. Como no todos se ocupan de recoger los envases y plásticos de la fiesta, queda basura esparcida por todo el paseo ofreciendo una de las imágenes más sucias de Palma.

La imagen más habitual, tras las campanadas, era la de grupos de amigos, ataviados con sus mejores galas, con bolsas cargadas de botellas y aperitivos en mano caminando por el paseo para iniciar una de las noches más esperadas del año.

Gracias al servicio de limpieza, afortunadamente esa mala imagen sólo duró unas horas.

Lo cierto es que el botellón se ha convertido en una costumbre entre los más jóvenes. En fechas tan señaladas una mayor cantidad de chavales opta por celebrar la fiesta a la intemperie.

Además, en esta Nochevieja pasada, la temperatura no era demasiado baja para estar en la calle, algo que ha contribuido ha hacer más llevadero estar al aire libre.

Algunos de estos chavales recogen las botellas, los vasos y demás enseres que hayan utilizado pero no todos ellos. Por este motivo, es necesario el servicio especial de limpieza en días tan importantes como estos. Este servicio demostró una gran eficacia y rapidez porque por la mañana el aspecto del Paseo Marítimo volvió a ser el habitual y la gente pudo pasear como de costumbre para disfrutar del primer día del año.

S. Coquillat