Pujol explicó que las rebajas son bienvenidas por los
comerciantes cuando vienen precedidas de una «mala» temporada. Sin
embargo, destacó el peligro que supone iniciar la campaña con
grandes descuentos para liquidar lo antes posible las existencias,
provocando que la demanda se concentre en los primeros días para
volver a «la atonía», en un proceso que dura dos meses.
Por otra parte, subrayó que las rebajas suponen una venta con
menor margen de beneficio, recordando que «un negocio no sólo
consiste en vender, sino hacerlo con unas ganancias para que el
empresario pueda hacer frente a sus gastos fijos».
Asimismo, señaló que los sectores de calzado y confección, los
que ha resultado más perjudicados esta temporada, podrán ser los
que más de beneficien de esta campaña y consideró que las rebajas
son una opción positiva para convertir el stock en liquidez y
sustituirlo estos productos por los de la nueva temporada.
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