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La compañía energética GESA-Endesa detectó el pasado año anomalías o fraudes en el suministro eléctrico por valor de 6,32 millones de euros, según informó ayer la empresa, que dispone de 24 profesionales dedicados a la prevención y control de actuaciones delictivas en el sistema. En concreto, se generaron 23.500 órdenes de trabajo relacionadas con esta cuestión, que permitieron recuperar 69.389.000 KW/h de energía. GESA afirma que, con más de 700.000 contadores de energía eléctrica instalados en el territorio balear, la actividad de prevención, control, detección y facturación de la anormalidad y fraude «se convierte en una actividad que exige importantes esfuerzos, al ser pérdidas que no son ocasionadas por el consumo inherente al transporte y a la naturaleza de la energía eléctrica».

Para ello, cuenta con inspectores especialistas en la prevención e investigación de pérdidas de energía y profesionales como contratas de inspección, puntos de servicio, lectores y otros colaboradores cuyo trabajo permite revisar el estado de los equipos de medida y establecer dónde se puede estar cometiendo el fraude o la anormalidad. Asimismo, con el fin de potenciar la labor preventiva existe la Dirección Territorial de Acceso de Clientes y Medida de GESA-Endesa, que engloba dentro de sus funciones la de coordinar, establecer criterios y homogeneizar prácticas de actuación.

Una vez detectada la anormalidad o fraude, la compañía «siempre intenta agotar todas las vías amistosas o administrativas legales posibles», antes de recurrir a los tribunales. Maria Magdalena Frau, responsable de Comunicación de GESDA-Endesa, explicó que «los fraudes más frecuentes son la conexión de un contador al de un vecino o la conexión directa a la red sin el control de consumo de un contador, si bien pueden darse averías, fallos técnicos o humanos, pero son los casos menos frecuentes». GESA-Endesa procede a la lectura de todos los contadores eléctricos de Balears cada dos meses. Un programa informático detecta anomalías como variaciones notables de consumo en la misma época de diferentes años o que el nivel de consumo eléctrico no se corresponda con el de gas.